No hay sentido, hay latido.
Una absurda caminata solitaria
qué estaba pensando
estupideces
soledades
rutinas rutinarias
vueltas in-completas
anhelos
deseos
frustrados
no hay nada que hacer
¿para qué?
ese momento petrificado en mi memoria
en mi corazón
en mí
y aunque la nada se haya apoderado de las siguientes situaciones
continúo
pero no intentando
sí buscando
también soñando
observando en silencio
sola
totalmente sola
no lo nota
y, aunque no mata, sí incita a cuestionamientos in-cesantes
de esos que parten la cabeza en dos
de esos que hacen subir el volumen de aquellas canciones
al máximo
hasta reventar el tímpano
esas canciones que no son nuestras
pero que nuestros oídos escuchan en momentos
aunque no se complementen
aunque quizás se unan en algún momento
iluso del corazón
o de la mente.
Es que no te das cuenta
porque el ser sigue siendo y, a veces, no mira, pero sus ojos se mueren por encontrar esos otros ojos .
y esos otros ojos no se mueren por encontrar los ojos que quieren encontrarlos.
y en un arrebato de viento
y de soledad mutua
robar ese momento
y volver a petrificarlo
mejor me detengo, pienso y camino
sin lamento.