LA AVENTURA COMIENZA
CUANDO
POR AMOR
TENEMOS EL VALOR DE ENFRENTAR LA VIDA


todos podemos tener un momento de duda

25 diciembre, 2008

mezclas
cuaques
no entienden y tratas o intentas
de que sientan
pero lo olvidan y tratan de pensar








optar por
no sé
recuerdo len ta men te
el aullido
de aquella noche violenta
mezclo
eres
y soy en constante movimiento
mezclo
azares azarosos
osos
asas
eses
isis
usus

musas de almas
escapadas en sonrisas/aplastantes
no
hay
-¿qué me dijo? ojos
se
cierran




-que venceremos
-ah, gracias.-

23 diciembre, 2008

nada se pierde, todo se transforma

comienza el verano
un día antes
hay una luna
que quizás la vi por efecto del vino
y de la droga
no sé
pero le avisé a alguien
después dormí
y rápidamente desperté
recordé conversaciones nocturnas
¡qué gratificantes diálogos de día viernes!
de nuevo estoy mezclando
se mezcla la vida
se transforma
pero nada se pierde
escuchan mis oídos que recuerdan en la micro
en el metro
en el camino
en el colectivo con viejas peleadoras

madrugo
y no duermoAlineación a la derechasólo media hora
en una cama solitaria
tan solitaria como la angustia
de sentirme inmunda a tu lado
miro para el lado


y gasto palabras

al viento







y las ganas no se extinguen
¿se extingue el recuerdo?
tampoco

15 diciembre, 2008


hace tiempo que ya no te escribo.-


No hay mente
hay una cabeza consciente que te cuenta
que sintió
lo que tú no querías sentir
cuando estabas viviendo
habla el mundo
y el oído oye lo que quiere
oír
se retuerce el tímpano
y el azar aparece
repentino
se calla el mundo
y el oído sólo oye lo que quiere oír
un absurdo diálogo
de dos
de dos que dialogan
mientras otros se ríen de todo y de nada
de la soberbia
y de la tontería
de la incomprensión
y de la duda permanente
sientes lo que no quieres sentir
y ves lo que no quieres ver
aunque no ves
porque sólo el oído está piendiente
la mente no comprende
los ojos miran
pero no encuentran
o quizás encuentran
pero se desvían
los encuentros
son siniestros
el diálogo es también absurdo, pero aún más
porque es tosco
agresivo
y poco táctil.

y, como siempre, me voy corriendo.-

09 diciembre, 2008

hace tiempo que ya no te escribo.-

08 diciembre, 2008

pieza oscura

canción violenta
silencio asqueroso
cabeza no piensa
corazón palpita
incómodo momento
pasa rápido
un buen momento
en la pieza oscura
apaga la luz
y viene el recuerdo
de la noche en silencio
abrumador silencio
de la noche violenta
de la noche manchada con gotas apasionadas de vino
un suspiro olvidado
el viento recorre el cuerpo
veloz
y lánguido
pasa el momento
por el corazón certero
la vida está viviendo
y el corazón está palpitando
y el alma está sintiendo
silencios del alma
que se escapan en juguetones suspiros solitarios
in-consecuencias que roen
y que agitan
y que golpean

23 noviembre, 2008

tantas historias que te hacen vibrar

torpería
decisión mía
me arriesgo sola
y me voy sola
duermo sola
y siento sola
qué tontería
mala idea mía
no hay queja
hay una moraleja
no la entiendo
la voy sintiendo
y me voy muriendo
cabeza piensa
tontamente
en extremos
¿me arrepiento?
no me arrepiento
es un movimiento
del cuerpo
es un deseo
del secreto
y de la estúpida noche
junto a frías
manos
y duros silencios
es una necesidad
del cuerpo
y del alma
que se agota
y se extingue
cuando vuelve
y el sol pega
tediosa sensación
un disparo,
continúa.-

09 noviembre, 2008

A D E F E S I O S / S O B R E N A T U R A L E S

En las noches, espera el sueño con la lámpara del velador prendida. Imagina monstruos nocturnos. Tiene la certeza de que en el clóset vive un espécimen cruel y perverso que planea algo malo en contra de ella. Su mamá la convence de que hay un duende que la protege. Ella confía.

Suspendieron las clases en el colegio, porque hace dos días que la lluvia no para. Es jueves y el temporal se detuvo. Carolina aprovecha de invitar a Alejandro a su casa a preparar la obra de teatro para la semana siguiente. Él llega a las 3 de la tarde. Estudian los parlamentos hasta las 5. Juegan supernintendo hasta las 7. Se oscurece y hace frío. Son las 8.

Suena un trueno y retumba en la ventana. Carolina se estremece en silencio. Alejandro se agita de curiosidad. Otro y ella grita. Otro y Alejandro sonríe, levantando las cejas. Ella evita cualquier invitación de su amigo a disfrutar del panorama en la calle. Le ofrece galletas y jugo. Crea juegos e idea distracciones. Trae hojas y dos lápices. Lo invita a jugar bachillerato. Él acepta.

Las gotas de lluvia comienzan a caer fuertes al suelo. El viento juega con las hojas y forma imágenes con las ramas de los árboles. Carolina cree que son especímenes de la noche. Otro trueno estalla en su corazón. Los relámpagos alumbran la casa.

-Es una tormenta eléctrica, anuncia Alejandro.

A Carolina se le ponen los pelos de punta. Siente el rugir del cielo y se asusta. Tiene pánico de que le caiga un rayo encima. Se sintió patética y miró fijo a Alejandro. Él le respondió invitándola a disfrutar del arrebato que el clima ofrecía. A ella le pareció una idea interesante y se arriesga a vivir la experiencia. De la percha, sacan los abrigos que están colgados.

-Voy a buscar un paraguas

Antes de emprender el primer paso, Alejandro la detiene advirtiéndole que es más entretenido mojarse. Cegada en la aventura, ella le hace caso. Salen de la casa sin miedo a nada. Corren bajo la lluvia bajo luces relampagueantes. El patio de la casa es grande. Hay eucaliptos, aromos y pinos. Ambos juegan a dar vueltas en medio del bosque espeluznante.

La lluvia es intensa y las gotas golpean el suelo sin parar. Carolina mira el cielo y lo ve inmenso. De pronto, el panorama cambia. La luz se corta en la calle y todo se vuelve oscuro. La única iluminación la brindan los rayos, que no cesan.

A Carolina se le sale un pequeño grito. Rápidamente, tapa su boca con ambas manos. Se imagina los monstruos del clóset. Se siente perdida y sola en medio de árboles, que forman adefesios con sus ramas diabólicas. La lluvia empeora. Los perros ladran en bandadas. Se forma barro y sus zapatillas blancas se entierran. Se detiene en medio del paisaje terrorífico y nota que Alejandro está lejos y disfrutando. Ella lo envidia. No siente. No ríe. No camina. No respira.

Se da media vuelta y no ve nada. Cierra los ojos y allá adentro es tan oscuro como afuera. Mira para los lados y sale corriendo. No le avisa a Alejandro y avanza. Los rayos chocan con sus pies. Los truenos gruñen como animales salvajes y las lágrimas caen por las mejillas de Carolina.

En medio de su escapatoria, se le cruza una sombra. Da un salto hacia atrás y su espalda choca con una rama. Rápidamente imagina un espíritu. Corre. Su corazón palpita con escándalo. Se tropieza con un tronco, que usan como asiento. Cae al suelo y se levanta. No avanza. La casa se le hace lejana. Nuevamente, se le aparece la sombra. Esta vez el rayo de luz le ayuda a darse cuenta de que es Frívola, su gata. Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. La lluvia moja su pelo, su cara y su chaquetón. De pronto, aparece Alejandro y pregunta:

-¿Qué pasó?

Carolina no responde. Está pálida. Helada. Petrificada. Llora. Grita. Odia las tormentas. Quiere luz y no la encuentra.

En la puerta de la casa, los espera la mamá de Carolina con dos velas en las manos. Pasan. Se cambian ropa y se acuestan a dormir. Carolina llora entre las sábanas y deja la luz prendida de su lámpara del velador, esperando por el duende guardián, que no apareció cuando más lo necesitó.

D O M I N G O / O N Í R I C O

dijo el carlos
cuando veníamos caminando
después de la plaza
la gente linda, regando
andando en bicicleta
y haciendo cosas de domingo.
aunque el domingo es fome
uno lo hace fome.
lindo, dice el carlos.
feo, me acuerdo que piensa otro.
otro que se entrelaza
en pensamientos
y sentimientos
momentáneos
pasajeros
únicos
baja la música
cierra los ojos
vuelve al centro
abre tu pecho
recuerda el momento
olvida en el recuerdo
en silencio
late el corazón
no lo siento
late el alma
se des-hace
se rompe
se escucha el lamento
del corazón sangre
no se escucha
está por un momento
con los oídos tapados
con el sentir apagado
pasa el tiempo
y pasan los años
la gente se ríe
la gente llora
se enoja
y se amarga.
con lanzas en los ojos
disparas tu odio
odio de qué
odio lo que odias
y no te odio
pero sí odio
tus voces siniestras
tus mentiras sarcásticas
tus envidias venenosas
tus palabras.
mezclo y sigo mezclando
escribo y no lo pienso.
me lamento
en silencio
de qué
no entiendo
no encuentro
prende el cigarro
y me quemo
me quemo el cuerpo
y me drogo.
Recuerdo momentos
de enamoramiento
del constante enamoramiento
del corazón sangra
del corazón palpita
ese recuerdo latente
de tu mente
de tu fuente
de su frente
se va
se extingue
no se olvida
se aprieta
y se petrifica.-
unas ganas locas
un desquicio
voy a marcar el teléfono
voy a mandar un mensaje
qué vergüenza
qué tontería
qué estupidez

voy a esperar
me secaré esperando
la tierra se abrirá
y caeré
no volveré
me quedaré ahí
¿dependerá de mí?
cómo saber si sientes
cómo saber qué sientes
cómo saber si quieres
cómo saber qué quieres
cómo saber si estás
ahí
ahora
esperando por mí

03 noviembre, 2008

No quiero eso
tampoco esto
canción imaginaria
ándate
las tres de la mañana
un beso tosco
y brusco
y la mejilla se contrae
arrebatos siniestros
rompen el alma
y queman los poros
(la vida)
ilusiones que se des-ilusionan de ellas mismas
se caen a pricipicios sin fin
blandos
punteagudos
ásperos
dulces
suspiro y no hay lágrima
no tiene que haber lágrima
desazón
no se encuentran los ojos
se buscan
pero se estancan
es que hay otros ojos
que hoy quisieron
y querrán ser mirados
como en estado líquido
o gaseoso
los ojos se esquivan
y lanzan llamas
llamas
de sol
encantado
y des-encantado por el abismo que se forma
desde que el ser olvida
rápidamente
la palabra anunciada
y el corazón palpitando
se va. se van.
no existe
piensa
late
me abrazas
te abrazo
mezclo
y mezclo
sigo mezclando
y termina el día
con el mismo beso petrificado en la mejilla contraida.-

19 octubre, 2008

Sólo tu voz escucho y sube
y tu mirada
se esconde
entre miradas ajenas a las mías, pero te vas
y pocas veces te encuentro
y la ilusión le gana al momento petrificado en el recuerdo
de dos almas
almas conectadas por puentes cortados
imaginaciones nocturnas
y las no-lágrimas
la risa extraña y la música
el recuerdo olvidado
guardado ahí
donde nadie más lo ve
¿tú lo ves?
¿qué ves?
no ves
yo no veo
observo
y me contraigo
y el corazón se agita estúpido
y la mirada se encuentra
extrañamente se encuentra
pero tú, ¿la encuentras?
y escucho cinco letras que forman una palabra
y se abren mis ojos
inmensamente
¿se iluminan?
dónde quedó la luz
y el encuentro de esos ojos.
conectaré los cables correctos
cuando el camino sea el correcto
cuando la ilusión no sea recuerdo
y cuando el día deje de ser lamento
y correré hasta el fondo del mar
buscaré el fondo del mar
y me sumergiré
escondida de tú, de mí, de ti, de ellos, de nosotros.
correré hasta que el pre-juicio de las mentes
siniestras se extinga en el cielo
escucharé una y mil veces
las secretas canciones
y soñaré
soñaré que estoy viva y que he vivido.

05 octubre, 2008

Juego
Jugué
y hoy me doy cuenta
ayer me di cuenta
mañana me daré cuenta
estúpidamente me doy cuenta
en silencio
es como una necesidad humana
una necesidad del alma
camino lento por donde me imagino haz caminado
y no estás
no te veo
no me ves
sé donde estás
pero no te encuentro
y te busco
en silencio
por las calles donde caminas
y donde yo caminé
te pienso.-

17 septiembre, 2008

qué problema problemoso
qué dilema dilemoso
no entiendo qué pasa
ese tipo de situaciones in-cómodas, donde no quieres estar, pero que, lamentablemente, estás.
Por manifestar el sentir humano, abiertamente
se incendió un vínculo que se formaba.
Pasa que cuando los mensajes no son comprendidos por los seres, se rompe el hilo.
y yo me voy de espalda el loro, sí, tal cual.
Sentimos lo que queremos sentir
Hablamos lo que queremos hablar
pero a algunos hay que comprenderlos, aunque ellos ni si quiera intenten comprenderte.
Problemas de esos de cuando usabas jumper
y brillos en los ojos.
Situaciones perturbadoras, de esas de cuando en matemáticas aprendíamos fracciones.
y si ni siquiera sé yo que eso pasa, cómo actuar
si lo sé porque lo saben, qué hacer
yo cerraría la puerta
y volvería a caminar
y aunque te auto-aniquiles con tus auto-ausencias
yo no quiero que te pierdas
sin razón
o con tu razón in-razonable.-

15 septiembre, 2008

-ey, señor tiempo-preguntó Clara.
-¿Sí?-se escuchó con un bostezo de compañía.
-¿Puede pasar rápido hasta el olvido de ese lisonjero y perturbador momento?
y pusilánime el tiempo la miró sin decir nada.
Corte.
Se acabó la función.
Se terminó.
Sí, pero no sólo por hoy.
Hoy fue la última función.
No hay más.
Olvídate.
Vete.

Ándate con asesinas manos corta pecho
y a mí
pisotéame
Sí, hazlo. Quiero sentirlo.
Quémame
Sí, hazlo.


Qué tonterías pasan por la cabeza de los humanos
con unos vasos de vino en el cuerpo, peor.
No es que no lo haya querido, pero cómo seguir, caminar, olvidar, continuar.
Extrañísimo
Son tiempos modernos
y, en ese sentido secreto, no soy de los tiempos modernos.

Mi curiosidad me mató
nuevamente
ja ja ja ja
me da hasta risa
y me voy
me voy corriendo
y no vuelvo más

NUNCA MÁS

13 septiembre, 2008

qué ingenuidad
maldito arrebato
¿por qué?

Me queda el recuerdo, pero lo olvido
lo olvido
tengo que olvidarlo
debo olvidarlo
porque nunca es lo mismo
porque no será lo mismo
hasta pronto
y hasta nunca
no más
no se puede
no se debe
se quiere, pero adiós

30 agosto, 2008

No hay sentido, hay latido.
Una absurda caminata solitaria
qué estaba pensando
estupideces
soledades
rutinas rutinarias
vueltas in-completas
anhelos
deseos
frustrados
no hay nada que hacer
¿para qué?
ese momento petrificado en mi memoria
en mi corazón
en mí
y aunque la nada se haya apoderado de las siguientes situaciones
continúo
pero no intentando
sí buscando
también soñando
observando en silencio
sola
totalmente sola
no lo nota
y, aunque no mata, sí incita a cuestionamientos in-cesantes
de esos que parten la cabeza en dos
de esos que hacen subir el volumen de aquellas canciones
al máximo
hasta reventar el tímpano
esas canciones que no son nuestras
pero que nuestros oídos escuchan en momentos
aunque no se complementen
aunque quizás se unan en algún momento
iluso del corazón
o de la mente.
Es que no te das cuenta
porque el ser sigue siendo y, a veces, no mira, pero sus ojos se mueren por encontrar esos otros ojos .
y esos otros ojos no se mueren por encontrar los ojos que quieren encontrarlos.
y en un arrebato de viento
y de soledad mutua
robar ese momento
y volver a petrificarlo
mejor me detengo, pienso y camino
sin lamento.

28 agosto, 2008

no
no
no
no
no
no
no
es que no
no
no
no
no
no
no
no
¡ im-posible !
por qué
maldito vivir
maldito vivir
maldito sentir
maditas modas
malditos nuevos mundos in-dividuales
¡maldición!

25 agosto, 2008

yos oy/sere út.-

Hoy, Mario Benedetti

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
( )
DEJA DE PENSAR EN CÓMO DEBERÍA SER.-

23 agosto, 2008

sube el humo madrugando
la cabeza pesada
el cuerpo cortado
frío
mucho frío
un témpano
sola en lo solitario
quiero soledad, por favor.
me retiro
qué estén bien
-Buenos días, señorita.
-Holanmcjklbnsajkldghaz !
corazón oprimido
desgarrando
las garras añejas
desgarran
un roce violento rasguña
hasta la parte más íntima
esa parte des-conocida
secreta
compartida, pero colgada en un perchero
la noche de la partida
la noche de la luna
la noche en que la luna cautelosa mira
la escena venenosa
y el cuerpo en-sangrentado
la risa espontánea
y la lágrima escondida
La noche en que la luna protege los cuerpos
cansados
de tanta hipocresía
de tanta falsedad
los cuerpos
olvidados en un vaso oscuro
en una actitud estúpida
im-posible evitarlo
cuando la debilidad
rompe con el puente
se rompe
con el alma
con el cuerpo
con el sentir
con los ojos
con la palabra apenas pronunciada
olvidada
petrificada en el ayer
en el no
en el fue
en el nunca
en el qué
en el yesterday.
1,2,3,4,5,6,7,8,9,10
el control de tu cuerpo
eh, qué te pasa loco, qué te pensás
te creés mejor que sho porque no tenés pLumas


JAJAJAJAJAJAJAJAJA !!!
JAJAJAJAJAJAJAJAJA !!!

19 agosto, 2008

aLgo que no se explica con palabras

Mañanas repentinas.
Yo camino entusiasmada.
Colores tirantes por ahí.

Soledades completas.
Música en los oídos, a la espera de la micro que pasó cuando me decidí a caminar las pocas
cuadras, que en pocos minutos se hacen largas, muy largas.

pum pum pum
busco y no encuentro.
Llego y no hay clases.
Pésimo.
(Podría haber dormido más)
Será
10 con 15 a eme y el libro gordo fome me llama, pero yo no le contesto.
Le contesto a una risa espontánea
a un encuentro escondido
a una lectura en-risada
a un beso petrificado en una hoja de roneo historeada

¿qué?

arrebatos se vienen a mi cabeza y dudo.
sí, dudo.
se llena la mente de desconfiadas imágenes
de in-ciertas palabras
de misteriosos diálogos con Orfeo.-

caprichos del alma
cosquillas del corazón
miradas apasadionadas
ojos que brillan
por qué se iluminan esos ojos

es que me voy, porque el deseo es más fuerte
me alejo
extrañamente, me alejo.

continúo y vivo.
respiro y camino.
un paso. dos pasos. tres pasos.
recuerdo.
lágrimas, pequeñas lágrimas solitarias, acompañan mi viaje.
fugaces, fugaces momentos.-

adiós.-

17 agosto, 2008

notabLeces que encontré en pauLa de este sábado

Estoy totalmente de acuerdo y quisiera compartilo.

Lo de Britney porque el otro día conversaba con un compañero notable de periodismo sobre el tema.-

8 razones para QUERER a Britney Spears y reírse con ella (¿Quién da más?):

1. Se volvió loca
2. Se rapó la cabeza.
3. Amenazó a un paparazzo con un paraguas.
4. Trató de cepillarse a otro en un lavabo.
5. Nos enseñó su coño "pelao".
6. Le quitaron la custodia de sus hijos.
7. Salió beoda perdida al esencario de la gala MTV.
8. Sacó el mejor disco pop del año y... ¡sólo tiene 25 años!


5 actitudes de persona de mierda:

1. Llevar a tu actual al mismo lugar que ibas con tu ex. Típica actitud de persona que no sabe enterrar recuerdos.
2. Tener relaciones tóxicas del estilo amigas y rivales. La gente que tiene amigos a quienes les tira palos y les saca el cuero, evidentemente tiene conflictos internos no resueltos.
3. No tener identidad, ser conformista y homogéneo.
4. No aceptar un NO por respuesta.
5. Los eternos volvedores. Ne vuelve histérico la gente que termina un día y vuelve dos después.


Gracias a Nicolás Oyarce.

Paula 1005 agosto 2008

quizás, quizás, quizás

es que cuando uno siente la necesidad de hacerlo, lo hace.
pero es que, a veces, el recpetor no entiede.
y qué hacemos respecto a ese no-entendimiento...
insis-tir insis-tir insis-tir
o
callar callar callar
y dejar que el tiempo pase
y que el hielo cristalice el momento in-comprendido.

creo que hay que insis-tir, pero no ahogar.
hay que decir, opinar, expresar
si no, para qué están aquellos seres que dicen ser tus
compañías eternas
es que la relación se estanca
y
la vida sigue
y es que cuesta que no se opaque, porque si no hay diálogo,
¿de qué sirve?

y si mejor hubiera callado
es que
¡NO!

totalmente libre me siento
totalmente con el derecho a hablar
y a expresar
un descontento interno
y no sólo de encrucijadas mías
es que el ambiente lo siente
y los hechos lo dicen


y se me estanca el camino
se me quiebra como vaso contra el suelo
(y lleno de agua contaminada)

insólito
puede ser insólito
pero, entonces,
¿no se puede expresar el sentir?
es que
SÍ se puede
SIEM-PRE SE PUEDE
por algo existe esa conexión


Pavarotti, qué crees tú !
Nat King Cole, decíme cuál es tu opinión !
Monalisa, ayúdame
Usain Bolt, préstame tus piernas para salir corriendo hacia otra dirección.-

15 agosto, 2008

súper-caLi-fragilístico-espialidoso


Yellow Submarine en los oídos de ella. Tarde y oscura noche en la micro, de vuelta.
¿Colores?
Pocos.

Escocesa es la chaqueta del señor con maletín que le dio el asiento. Por fin. Largo camino hacia allá, cuando la cabeza está acá.
Extraña, sensación extraña de día miércoles. Una farmacia. Un remedio. No hay remedio médico. ¿Algún remedio?
No hay enfermedad
¿o sí?
Es a pro pó si to.
Como sicópata de película o de filme (jaja) o de noticia dominical o madruguera.
Busco. Rodeada de miradas levanto la vista. Los ojos no buscan, pero encuentran en el intento de transportar la sensación a la palabra espontánea.
Se tambalea ella. él. yo.
-Qué piensa usted-
Qué hay en su cabeza ahora, cuando por la ventana hay un semáforo, otra micro, autos, calle, persona con bolsa.
Quiero saber, pero por curiosidad.
Qué hay ahí dentro de esas cabezas sociales.
Qué hay ahí cuando tu cuerpo viaja, estancado en un asiento.
Qué hay ahí cuando tus dientes muerden uno de tus dedos, dedos que sostienen a tu cansada mirada y a tu rendida cabeza, que se apoya contra el vidrio helado de una micro solitaria, invidadida por oídos en-musicados.
¿Qué escuchan?
¿Yo?
Se despierta la ciudad. PAPAPAPAPAPAPA
Ahora, se acuesta. Terminan las horas.-

12 agosto, 2008

Ante tu
Mirada latente
¿Osadía?
Repentinamente

05 agosto, 2008

entisintiparati

HOY, QUIÉN ERES
HACIA DÓNDE VAN TUS PASOS, POETA
TU LETRA DE REY EN-MASCARADO
TU ENCANTO ENCANTADO
POR EL VIENTO, ¿DÓNDE?
HOY, ME PREGUNTO EN MÍ
SIN TI
CON TI
PERO SOBRE TODO
¿QUIÉN ERES?
SE ME PARTE LA CARA EN IN-COMPRESIÓN
SE SUMERGEN LOS SENTIDOS. AL CENTRO.
UNA PIEDRA OPRIME EL PECHO...
Y NO ESTÁS
¿QUIÉN-SOY-EN-TI?
¡QUÉ AGONIA, SINIESTRA CALAVERA!
¡QUÉ DISTINTO!
TE PERDISTE EN UN MOMENTO...
ME PERDÍ EN UN MOMENTO...
ADELANTE...
HUYAMOS DE ESE NOSOTROS.
ESCAPÉMOSNOS...
CORRE...


PERO CUÉNTAME CÓMO TE FUE

24 julio, 2008

Ocurrió esa tarde, pero estaba pronosticado. Su teléfono sonó el día lunes. También el día martes y el miércoles. Contestó el jueves, cuando no sonó. Se arrepintió. Tomó el abrigo y salió a caminar. Solo. Sin nadie a su al rededor. La ciudad vacía. Como si todos se hubieran puesto de acuerdo para que descrubriera lo in-descubrible ese día jueves, porque fue el viernes. Lo vio como un destello. ¡Bum! Lo hizo saltar del lugar, como un atentado, como un acto siniestro, como un volcán haciendo erupción. Tembló. Se sacudió. Pasó un auto, pero nadie lo conducía. Qué tontería. Siguió caminando. Quiso un cigarro. Le quedaba el último, pero no había fuego. Pensó en ir a conseguir, pero no había nadie. Tan sólo flechas. Un baile de invisibles personajes que junto a melodías dulces alzaban sus manos como pidiendo, como ofrenciendo el alma. No tenían fuego. Tn sólo agua. Agua. Agua. Agua.
No bebió agua, porque los vasos no tenían fondo.
Siguió caminando. Un poco más allá, el encuentro con el sol, la noche.
La pelea entre el sol y la noche.
Ganó el sol, es que ya estaba amaneciendo y no había conseguido fuego.
Volvió a donde comenzó y el teléfono seguía sonando y no contestó.
Se despertó y los ojos se le cayeron.
Se le cayó el pelo
y las uñas.
También los pies y sus brazos.
Se elevó y chocó con el techo. Cayó y el teléfono volvió a sonar. Conestó.
Soy tu madre, se escuchó.
Su corazón enmudeció y un estremecimiento sintió. Su cuerpo se re-estructuró y salió a caminar.
Busco a su madre.
Esta vez, el día estaba repleto. Personas caminaban siniestras por las calles céntricas. Mientras la chica espera al chico. Mientras los helados chorrean por las manos de esos niños. Mientras el semáforo cambia de luz y estás al otro lado, con los pies en las manos.

Quién era su madre.
No lo sabía.
No dudó en buscarla y en sueños encontrarla.
Sueños todas las noches. Extraños. Ilusiones fracasadas. Manos sin dedos. Cabezas sin ojos. Dedos sin manos.


Ocasos negros, grises, despedidas.
sutiles movimientos.
acuchillados recuerdos.

No lo conocía y por eso se impresionó cuando escuchó su voz. Sólo había visto cómo se enfrentaban al terminar o comenzar el día. Al terminar o comenzar la noche. Uno de ellos acudió en su búsqueda.

-aló?

16 julio, 2008

Miedos repentinos
aparecen ante mí
se imponen
y me aplastan.
Miedos internos
Miedos míos
de nadie más
Miedos que comen las entrañas.
Soledades
Fría
Fría
Fría
Fría
tan fría como hoy
a las ocho treinta
no hay sentir
no hay sentir
se va el sentir
se esfuma
por el camino del caracol
por el camino iluminado por la luna
espera
tranquilo
ya viene
cuándo
¡no importa!
lo importante es el camino

15 julio, 2008





Caes
y vuelves a caer
en silencio
lento
no lo notan
nadie lo nota
suenan guitarras
baterías
lágrimas ocultas
suenan
en los ojos
en.mascarados
ojos que se cierran
se abren
recuerdan
en negro paisaje
recuerdan
lloran
sin llorar
hablan con otros ojos
pero no se encuentran
no hay contacto
es que acaso...
¡no!
me lo niega el recuerdo acuchillado
en el corazón en.sangrentado
corazón palpita
corazón recuerda
corazón sin corazón









¿dóndestás,274786?

13 julio, 2008

tan extraño
tan cercano
tan lejano
y hoy
me pregunto
quién descansa en tu almohada
quién entra por tu ventana y recorre tu cuerpo como viento tibio
con el alma agitada
con el cuerpo en un solo cuerpo
con las garras desgarrando espaldas
con los besos besando cuellos
largos
cuellos suaves

cuáles son las manos
que hoy
que ayer
que mañana
recorren
recorrieron
recorrerán
los poros abiertos
al sentir

quién
de quién
para quién
serán las manos poéticas
las manos que escriben en la piel
las manos que dibujan
de quién será la espalda
para quién serán los dedos poetas
Buscas
pero yo no sé si encuentras
hablas
pero yo no sé qué dices

vienes y vas
avanzas, ¿te detienes?

esos labios
que besas
son aquellos
que no besabas
cuando
en la esquina
los míos eran los únicos que existían

hoy no
existen otros
que deseas
y escupes que son tuyos
que son tu necesidad
besos
que no viven


besos
petrificados en el vidrio del recuerdo
del deseo
del olvido
del piano siniestro
del violín desquiciado


Fuiste y estás
Eres y estuviste

¿Dónde te vas hoy?
Al sueño encantado
Al sentir
qué es de tu sentir
qué es de tu ser
¿qué es de tu ser y tu sentir?
cuéntame
cuéntame
cuéntame
aviéntame
desgarráme
recuérdame
esfúmame
vomítame
escúpeme
lánzame
ámame
ódiame
piénsame
suéñame
espérame
mírame
acompáñame
¿olvídame?

09 julio, 2008

kLekLe

Recuerdos vienen
van
aparecen
risas
momentos
in-olvidables
regalos
vi ven cias

sus pi ro
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
sus pi ro

al sentir que ya te haz ido
al sentir que no sientes
al sentir que no vives
al sentir que tus ojos verdes no iluminan
al sentir que no te tengo


tu presencia se siente
tu ausencia se siente
es que no estás
y sé que te haz ido
a un mundo mejor, mejor para ti
para tú
para tu sonrisa
para tu buen humor
para tus bromas incesantes
para tu caracter in-deseable
sé que estarás mejor
sé que me cuidarás
sé que estuve contigo, cuando más lo necesitaste
y me alegro
porque de mí te despediste
con un te quiero te marchaste
para ausentarte
para siem-pre
te recordaré
a ti y nuestros momentos
únicos
mi tía klekle,
gracias totates

07 julio, 2008

burlándose el destino
me robó su amor.
y mientras en las calles
en loca algarabía
el carnaval del mundo
gozaba y se reía
En vano yo alentaba
febril una esperanza.
Clavó en mi carne viva
sus garras el dolor
Como perros de presa
las penas traicioneras
celando mi cariño
galopaban detrás,
y escondida en las aguasde su mirada buena
la suerte agazapada
marcaba su compás.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
Hoy está solo mi corazón
Quise abrigarla (o) y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda esa herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
con su limosna de alivio a mi tormento.
¡por qué sus alas tan cruel quemó la vida!
¡por qué esta mueca siniestra de la suerte!
y ahora que la (lo) evoco
hundido en mi quebranto,
las lágrimas pensadas
se niegan a brotar,
y no tengo el consuelode poder llorar.
fue mía la piadosa
dulzura de sus manos
que dieron a mi pecho caricias de bondad
se apagaron los ecos de su reír sonoro
y es cruel ese silencio que me hace tanto mal
su boca que era mía
ya no me besa más
sus ojos se cerraron
y el mundo sigue andando

05 julio, 2008

sin cara 45 de agnóstico de 2056

Buenas Mañanas
No me puedo despertar.
Piensa rápido.
Si me despierto a las 11, hago el trabajo hasta la 1 a más tardar.
Almuerzo.
Demás.
ZzZzZzZzZ.
Llamada amiga matutina.
Me despierto.
hjfhsgsdhjjjvg
Me arrepiento.
Periodisteo matutino.
Frííííííííío.
Almuerzo ñami.
El regalo a don miki miki.

Compañeros toman vino en la universidad.
cuñacuñacuña.
Fuma.
(esnagáhsotitiuqihc)
notecreo

chao,que estén como quieran.-
nolodije.-
ragafumirs, te tinca.-
un poco no más, dice la mujer compañera.
mostrar.-
gracias.-
Seborró.
colapsómínimo.nocolapse por el periodismo/periodistado/periodísticamente

¡nocolapse!

Boys don't cry.
no te creo.
tres punto piLo encubierta por el noticiero uefetesino.
¿así da gusto?
no te creo
buenísimo
fuma
conversa
negrita
amigas
seguimos siendo los mismos, te creo.
mujeres se preparan para ser medievales en el baño re-modelado(quedó guey) .-
se ven lindas
y nosotras qué somossomos
chaoliuniversidad.
me voy en la quinientos uno.la dura.yapo. me sirve, hermana.
conversaconversaconversa
chao

¿calzonesrotos?
¡calzones rotos!
ñami
Buenas Noches

01 julio, 2008

Camino al metro.
Me iba a fumar un cigarro, pero viene la micrito azul.
La tomo.
Sí. la tomo.
Bip.
Me encuentro con a Neva, pata rota.
Música en los oídos.
Rockeo ochenteramente en silencio.
Me encuentro con el venezolano más chistoso de la vida.
Universidad Finis terrae, hoLa.
No hay viejos reporteables informativos.
No importa.
Un obsequio totalmente in-esperando.
Bienvenido con ansias.
Belensia compañía matutina.

En.tre.ga.ne.fas.ta


Viaje micrero eterno.
Una golosina.
Una piza falsa en una marraqueta.
zZzZzZzZzZzZ.
Quería cinema.
Dormiloums.

cigarreta.
fumeta.
chaeta.-

30 junio, 2008

Soledades recorridas con música al oído
letras desafiantes
que reconfortan
que sacan lágrimas silenciosas
en la noche nocturna de domingo dominguero
en la mañana madrugada de lunes lunero
lunes maldito
maldito lunes
extrañas impresiones
no entiendo

de-vuelves.
¡¡ cómo lo entiendo !!













vergüenzas subterráneas
qué pasó.-



29 junio, 2008

andaoderipisemyov



nohaypalabraparatantatonteríanohaymisterioentantablasgemiabaratamedalomismosierestúosieresyo. noexisteynoexistenomás.nohayynohaynomás.nuevosvórtices.escuposobretusmalignaspalabrasytus sarcásticasreaccionesdesilusionantescomonada
comonunca
comosiempre
comojamás
enmediodelalunablancabajolalunablancayanotepiensomásesquenotequieropensarmás
porquemedarisamedarabiamedapena,elmomento,elrecuerdo.
yduelecomprobarquetodoterminóyquefuetandistintonuestroamor.
aunqueparatutitutitutitutitutinoseamásqueunrecuerdolvidadoporlasmentescansadasenunaeraque seacabaparasiempre

24 junio, 2008

dueles
quemas
confundesestropeas
aniquilas
matas


blasfemas
mueres
matas
mueres
matas



memataelalma
menvenenaelcielo
medestruyelcorazón
mearrojavientos,vientosquenosontusvientos
vientosiniestros
quelastiman
mi
quemelastiman

21 junio, 2008

las lágrimas caen agresivas en el rostro
en el baño
oculto
no puedo parar
caen caen caen caen
no paran
quiero contar hasta 10 y des-aparecer.
Aperecer en un campo floreado, sola, sola, sola, sola, sola.
No me comporto como la sociedad, tan sólo la acepto.
La critico, pero no soy como ella.

las lágrimas siguen cayendo
en un intento repentino, las seco.
Corro. Huyo.
Hay una fiesta, pero yo no estoy en fiesta.

Busco y estás ahí, donde no te gusta estar.
No te entiendo.
Me miras. No me miras.
Los ojos cómplices no mienten. Lo sé.

La pregunta aparece al atardecer sin sol.
por qué las lágrimas
es que no entiendes
no soy máquina
no soy artificial
no soy de acero



siento.
y me duele.
no comprendo.
y me voy.
no lucho, porque no quiero.
porque el alma se me rompe en mil pedazos.
porque también te necesito.
sobretodo en la noche solitaria de ayer.
sobretodo en el día de ayer.
pero mejor me voy.
palabras acuchilladas terminan con el amor violento.-
no puedo creer que tr arrepientas.
no puedo creer que yo sea miserable para ti.-
que mi amor sea miserable.

acaso no recuerdas todo momento vivido entre nosotros.
el encuentro maravilloso de nuestros ojos al atardecr en un día lejano, me explica que tu ojos ojos no quieren decir lo mismo que esas palabras cibernéticas....
esta vez
la rabia
pudo más.-

19 junio, 2008




no se entiende qué pasa acá
el día está feo
el clima está feo
el ambiente está feo
todo está feo.-



y si así es, qué voy a hacer
y sí así se dio, ¿qué me queda?
el hermoso recuerdo, aunque sea totalmente desconocido y totalmente ¿olvidado?
para tú
para ti

16 junio, 2008

Adefesios sobrenaturales

En las noches, espera el sueño con la lámpara del velador prendida. Imagina monstruos nocturnos. Tiene la certeza de que en el clóset vive un espécimen cruel y perverso que planea algo malo en contra de ella. Su mamá la convence de que hay un duende que la protege. Ella confía.
Suspendieron las clases en el colegio, porque hace dos días que la lluvia no para. Es jueves y el temporal se detuvo. Carolina aprovecha de invitar a Alejandro a su casa a preparar la obra de teatro para la semana siguiente. Él llega a las 3 de la tarde. Estudian los parlamentos hasta las 5. Juegan supernintendo hasta las 7. Se oscurece y hace frío. Son las 8.

Suena un trueno y retumba en la ventana. Carolina se estremece en silencio. Alejandro se agita de curiosidad. Otro y ella grita. Otro y Alejandro sonríe, levantando las cejas. Ella evita cualquier invitación de su amigo a disfrutar del panorama en la calle. Le ofrece galletas y jugo. Crea juegos e idea distracciones. Trae hojas y dos lápices. Lo invita a jugar bachillerato. Él acepta.

Las gotas de lluvia comienzan a caer fuertes al suelo. El viento juega con las hojas y forma imágenes con las ramas de los árboles. Carolina cree que son especimenes de la noche. Otro trueno estalla en su corazón. Los relámpagos alumbran la casa. Dejan aparte el juego.

-Es una tormenta eléctrica, anuncia Alejandro.

A Carolina se le ponen los pelos de punta. Siente el rugir del cielo y se asusta. Tiene pánico de que le caiga un rayo encima. Se sintió patética y miró fijo a Alejandro. Él le respondió invitándola a disfrutar del arrebato que el clima ofrecía. A ella le pareció una idea interesante y se arriesga a vivir la experiencia. De la percha, sacan los abrigos que están colgados.

-Voy a buscar un paraguas

Antes de emprender el primer paso, Alejandro la detiene advirtiéndole que es más entretenido mojarse. Cegada en la aventura, ella le hace caso. Salen de la casa sin miedo a nada. Corren bajo la lluvia bajo luces relampagueantes. El patio de la casa es grande. Hay eucaliptos, aromos y pinos. Ambos juegan a dar vueltas en medio del bosque espeluznante.

La lluvia es intensa y las gotas golpean el suelo sin parar. Carolina mira el cielo y lo ve inmenso. De pronto, el panorama cambia. La luz se corta en la calle y todo se vuelve oscuro. La única iluminación la brindan los rayos, que no cesan.

A Carolina se le sale un pequeño grito. Rápidamente, tapa su boca con ambas manos. Se imagina los monstruos del clóset. Se siente perdida y sola en medio de árboles, que forman adefesios con sus ramas diabólicas. La lluvia empeora. Los perros ladran en bandadas. Se forma barro y sus zapatillas blancas se entierran. Se detiene en medio del paisaje terrorífico y nota que Alejandro está lejos y disfrutando. Ella lo envidia. No siente. No ríe. No camina. No respira.

Se da media vuelta y no ve nada. Cierra los ojos y allá adentro es tan oscuro como afuera. Mira para los lados y sale corriendo. No le avisa a Alejandro y avanza. Los rayos chocan con sus pies. Los truenos gruñen como animales salvajes y las lágrimas caen por las mejillas de Carolina.

En medio de su escapatoria, se le cruza una sombra. Da un salto hacia atrás y su espalda choca con una rama. Rápidamente imagina un espíritu. Corre. Su corazón palpita con escándalo. Se tropieza con un tronco, que usan como asiento. Cae al suelo y se levanta. No avanza. La casa se le hace lejana. Nuevamente, se le aparece la sombra. Esta vez el rayo de luz le ayuda a darse cuenta de que es Frívola, su gata. Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. La lluvia moja su pelo, su cara y su chaquetón. De pronto, aparece Alejandro y pregunta:

-¿Qué pasó?

Carolina no responde. Está pálida. Helada. Petrificada. Llora. Grita. Odia las tormentas. Quiere luz y no la encuentra.

En la puerta de la casa, los espera la mamá de Carolina con dos velas en las manos. Pasan. Se cambian ropa y se acuestan a dormir. Carolina llora entre las sábanas y deja la luz prendida de su lámpara del velador, esperando por el duende guardián, que no apareció cuando más lo necesitó.

14 junio, 2008

Increíblemente
No
Soporto tu
Ódio
Lento
Inquieto
Tétrico
Odio maldito

11 junio, 2008

¡Sorpresa!



Fue sábado. La verdad es que lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Impactante.
Hace dos días que no nos veíamos con Agustín. Es bastante, teniendo en consideración que somos dependientes, pero no sobre protectores y menos que nos privamos de libertad. Lo extrañaba. Los mensajes de texto habían sido nuestro único medio de comunicación. Alentadores, me ayudaron a encantarme nuevamente con el amor. Quizás exagero. Él no estaba tan lejos: sólo en un reclutamiento en la comuna de San Bernardo, en la misma ciudad donde vivo, Santiago. Realizaba una salida a terreno en las clases que está haciendo en su diplomado de corresponsal de defensa.
Había que celebrar su regreso. La experiencia que aprendió era motivo suficiente. Cuando hablamos por teléfono, lo noté en su voz: júbilo. Por lo mismo, decidí arreglarme y ponerme bonita para él. Además, justo en la mañana fui de comprar, por lo que tenía tenida nueva, y me había dicho que esa noche íbamos a festejar en un lugar diferente. Fue entonces que decidí buscar en la web el mejor bar de Santiago. Anoté varios en una lista. Yo estaba emocionada, tanto que sentía una mariposa revoloteando en mi cuerpo. Incesante, no se detuvo y se aceleró durante el resto de la noche. A las 9 partí rumbo al lugar de siempre: el parque debajo de su edificio. Cuando nos vimos, el abrazo fue mayor a todo, y yo reaccioné automáticamente con un beso apasionado y una sonrisa orgullosa. Sentí que en cualquier momento me desplomaba.
—Te ves preciosa—me dijo al oído.
Seguramente mi cara se llenó de vergüenza y mi reacción fue ponerme a reír con timidez. Nos sentamos en una banca y, acompañados de un cigarro, decidimos ir a un lugar llamado Rinoceronte, en la calle Salvador.
Él, muy caballero, abrió la puerta del auto por mí. Yo le agradecí con un gesto en mis ojos, él lo percibió. De la parte de atrás, sacó un hermoso ramo de rosas blancas, mis favoritas. El aroma me embriagó. Agustín me besó y no pude quitar de mí su sabor en mis labios: dulce. Mi lengua jugó con ellos durante un rato, no podía separarme de esa invisible suavidad. Deliré, y aún me pasa al recordarlo.
—Tengo muchas ganas de contarte todo lo que viví—me dijo muy emocionado.
—Espera que lleguemos al lugar y así nos familiarizamos en un ambiente más grato—le respondí yo, acariciando su oreja.
No le gustó mucho la idea, porque me empezó a contar un poco sus vivencias, pero no del modo en que siempre me relata sus experiencias, sino saltado y pendiente de los autos veloces que furiosos avanzaban por las calles nocturnas.
El auto ha sido nuestro nido de amor. Nos ha acompañado en muchas de nuestras infantiles e inocentes aventuras. La ruta de esa noche era desconocida, al menos para mí, porque nunca habíamos andado juntos por esas calles. Como sabíamos que el bar quedaba en Salvador, Agustín tomó esa avenida. Parece que él tampoco la frecuentaba mucho, porque, a medida que avanzábamos, nos íbamos dado cuenta que habían señales que acortaban la vía. Había que andar con un poco de precaución.
Esa noche la luna no nos acompañaba y la luz era escasa. Poco se veía en las calles y los faroles iluminaban sin ganas, la mayoría pestañeaba. Agustín iba afanado contándome a pedazos su historia, y los amigos que había hecho en su viaje. Risas venían y cariños también. Sonaba en la radio una canción, que sin saber de quién era, ambos tarareamos. Mientras me contaba una historia que yo no recuerdo, de un gritó exclamé: ¡Cuidado! Aunque fue demasiado tarde. Un auto venía por Dublé Almeyda y cruzaba la intersección de las calles, cuando el estruendo fue más fuerte. Mi cabeza se movió, pero jamás perdió el control de la situación. Sentí una fuerza que me protegía. En menos de un segundo, estaba el otro auto enterrado en el nuestro, y dos mujeres alegaban con sus manos, de sus labios se leían perfectamente una serie de garabatos. Agustín se pasó una luz roja.
— ¿Estás bien?—preguntamos a coro.
Gracias a quién sabe qué ambos estábamos enteros. Nada malo nos pasó. Yo sólo sentí un gran dolor en mis rodillas. Me exalté. Grité. Me enojé. Me duró poco, porque Agustín me frenó. Fue sólo un arrebato del mal momento. No podía creer que algo así estuviera pasando en el día de nuestra anhelada celebración.
— ¡Déjame hablar a mí, Matilda! Por favor, tranquilízate. Tiene que haber una solución—exclamó él, mientras se bajaba del auto.
Yo respiré hondo. Conté hasta 10 y estaba abajo junto a él.
— ¿En qué ibai pensando, huevón?—le dijo una de las mujeres a Agustín.
— Disculpa. Iba bien. Estábamos conversando con mi polola, pero te prometo que fue sin intención—le respondió con cordura.
— ¡Para peor el auto es de mi mamá! Qué terrible, el tremendo cacho en el que nos metimos—argumentaba la otra con las manos en la cabeza, como queriendo desaparecer, pero armándose de valor para enfrentar la situación.
— ¡Imagínate como estoy yo!—agregó Agustín.
Yo permanecí en silencio. Una pareja de gringos se acercó a preguntarnos cómo estábamos. Mientras, una de las mujeres sacó una libreta de su cartera.
— ¡Espérate! Voy a llamar a mi papá primero—le dijo la otra.
Agustín y las mujeres le buscaban solución al asunto. Yo me aparté para mirar cómo había quedado nuestro auto. El de ellas estaba bien. Un pequeño abollón. El nuestro, sin exagerar, pésimo. Fatal. Sin parachoques. Aplastado totalmente en una parte del capo.
Luego de que hablaron con su papá, decidieron ir a dejar constancia a Carabineros. Nos subimos al auto nuevamente y en el asiento donde yo iba estaba pisoteado el papel con los nombres de los bares y sus direcciones. Lo llevaba en la mano y con el impacto, claramente saltó lejos.
Agustín manejó lo más lento que pudo
— ¡No puedo controlar la dirección! Se me va el auto para el lado—dijo con la voz quebrada, los ojos casi empapados y la garganta apretada.
Yo seguía en silencio. Tuve ganas de llorar, pero me contuve, porque él me lo pidió.
—Tienes que mantenerte estable y no alterarte— me dijo con voz protectora.
Así lo hice. Sin embargo, en el camino no dejaba de preguntarme quién nos había protegido. ¿Dios? ¿Ángeles? ¿La vida? ¿Es una señal? No pude evitar cuestionarme eso y mucho más. Cuando llegamos a los Carabineros no hubo problemas. Quedó la constancia. Agustín se haría cargo de los gastos.
Luego supimos que las mujeres eran hermanas. Nos despedimos. Ellas quedaron tranquilas. Con dato en mano, emprendieron viaje y nosotros también. A la defensiva en el camino. Cuidando que el auto no se cayera a pedazos. Imposible era continuar nuestra salida, que jamás dudamos en postergarla, con el auto así. Decidimos ir a dejarlo a la casa de él, que afortunadamente quedaba cerca de la comisaría.
— ¿No te da lata salir en micro?—me preguntó avergonzado.
—Para nada. Siempre y cuando tú estés de ánimo. Si va a servir para distraernos, ¡hagámoslo!—le dije yo, tratando de subirle el ánimo.
Y así fue. Dejamos el auto chocado en los estacionamientos. Él tomó mi mano y caminamos hasta el paradero de micro. Ésta se demoró mucho en pasar. Pensamos incluso en un colectivo o un taxi, pero cuando esa idea se nos vino a la cabeza, a lo lejos se veía un bus.
Como yo había anotado bastantes lugares como alternativas, decidimos ir a alguno más cerca de su casa, para que no tuviéramos problemas al volver. Llegamos a la calle Irarrázaval en busca de “Mephisto Bar”. No lo encontramos de inmediato. Nos costó. Al final, nos dimos cuenta que estaba en la vereda del frente. El ambiente era medio oscuro. Repleto. Otro estilo. Para suerte de nuestra compañía, al lado había otro: bola nueve, como en el pool. Entramos ahí y pedimos dos piscolas. Celebramos igual. Festejamos el estar vivos. Un brindis: por nosotros. De ahí en adelante, la mariposa de mi corazón aleteó constantemente, invitándome a seguir, demostrándome que una señal se había manifestado esa noche, enseñándome que hay motivos. Conversamos. Me contó su odisea en el reclutamiento. Su mirada me encandiló. Su olor se quedó pegado en mi garganta. Tratamos de responder a mis interrogantes acerca de quién era el responsable de que siguiéramos vivos, porque para Agustín también fueron cuestionamientos, pero no encontramos verdad absoluta. Sólo nos quedamos tranquilos bajo la idea de que una señal nos invitaba a seguir disfrutando de los momentos que nos entrega la vida. Pasadas las 3 de la mañana decidimos volver.
— ¿Nos vamos en micro o en taxi?—pregunté temerosa.
— Caminando —respondió confiado.
— ¿En serio? —dije alarmada.
— Caminemos un poco y después tomamos un taxi—con su mirada me prometió seguridad.
La noche ameritaba una larga caminata juntos. Creo que jamás había tenido una noche tan sorprendente. La vida me enseñó a valorar más cada momento. Por lo mismo, esa vuelta a su casa fue única e irrepetible. Nos reímos en el camino como dos tontos enamorados de la vida y del amor. De nosotros.
—Cuando chica jugaba a no pisar las líneas de las veredas ¿juegas?—pregunté con una sonrisa que lo invitaba a disfrutar de la fresca noche oscura.
Agustín empezó a correr por las calles, sin pisar las rayas. Entendí de inmediato que su respuesta fue un sí. Y así nos fuimos jugando a ser niños hasta su casa. Nos besamos. Nos abrazamos. Disfrutamos. Recreamos nuestros momentos juntos. Empezamos a vivir la vida de nuevo.
Llegamos a su edificio. Tres pisos. Silencio. Su mamá dormía. Avanzamos casi en cuclillas por el living. Con la luz apagada, nos acostamos a descansar abrazados hasta desgarrarnos. Cerramos los ojos y dormimos en eterno silencio, protegiéndonos, y en sueños danzamos al compás de nuestra respiración.

SUEÑO

EN UN SUEÑO SUMERGIDO