Debe ser un día muy especial, caminando por la ciudad.
Marzo comenzó y yo no me doy cuenta. La piscina, el cine, despertar a la 1 y acostarme tarde porque tengo ganas me hacen olvidar. Y lo mejor: poner la alarma del celular a las 8 de la mañana, apagarlo y seguir durmiendo. Es como burlarse de la rutina, de la rutina caótica, que siempre cambia. (aunque no lo queramos notar)
Segundo año de Universidad y todo nuevo otra vez. Año impar; ¡Qué pesar !
Todo cambia, siem-pre cambia. Aveces, el futuro no llega nunca, pero, quizás, no lo queremos ver. Estamos tan ciegos. La generación muerta. La no-comunicación. El no-ser. El decorado artificial.
La única verdad es el tiempo. Nadie es dueño de la verdad, pero el tiempo se encarga de demostrarnos que estamos vivmos o ¿será otra ilusión más?
Sólo sé que nada sé, escuche una vez por ahí.
Ya ni siquiera sé escribir. Las ideas me atrapan y se deslizan por mi cabeza todos los días.
Queda poco para volver a empezar la vida diferente y yo no sé cómo lo haré. Aún no entiendo qué parte de la frase "deje bajar antes de subir" del metro, los chilenos no entienden y como dice mi abuela un día vendrá Hulk y va a destuir aquel medio de transporte "alternativo".
1 comentario:
marzo... aún no pruebo el transantiago. El futuro llegó con su rutina caótica y yo sigo en una burbuja.
Saludos
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