Esta primera semana de Abril he tenido bonitas experiencias con flores. El sábado pasado Franco me regaló un lilium de color limón. Es maravilloso. Ayer me desperté para ir a la universidad y veo que abrió el último botón de la flor. No sé porqué, pero me sentí muy bien cuando vi la flor. Ese día fue colapsante, luché en contra del mar humano del metro y la micro para llegar a la u temprano y suspendieron las clases y el profesor no avisa. Me quedé esperando a que pasara la hora punta para venirme a la casa y me encontré con Franco en la u.
Pasó el rato y fuimos a la liquidación de libros de el The Clinic. Mucha Literatura y, al menos, no era de mi interés. Des-aparecimos luego de ahí, porque estaba anunciado un paro pingüino. No queríamos arrancar del guanaco.
Yo había decidido estudiar para dos controles que tengo el próximo jueves. La pasión y el amor fueron más fuertes. Me quedé todo el día con mi hombre. Fue un día muy especial.
Hoy jueves, llegué de la universidad y mi mamá me regaló otra flor maravillosa, que hace compañía a la anterior.
Han sido buenísimos días.
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