Luego de llegar de mi salida a comprar la entrada para Soda Stereo, las señoras con las que con-vivo me invitaron a tomar once. Yo no tenía hambre y tampoco ganas de un té, pero acepté.
El té estaba agradable. Mi tía, que se sienta al frente mío, me miraba y se reía todo el rato. Yo estaba feliz, porque tenía mi entrada en la mano. Un poco colapsada. No sabía si la Caro habría alcanzado a comprarla. En fin.
En medio del azúcar, la mantequilla, el té y lo demás, mi abuela comenzó a hablar. Como es habitual yo le encontré sólo un poco de razón.
Se puso a hablar del amor o mejor dicho: el des-amor. En realidad, ella ha tenido malísimas experiencias y, por lo mismo, trata de decirme que el amor no existe y que tarde o temprano terminaré en una cripta, muriendo por la desilusión.
Sin embargo, yo le refuté hasta que ella se aburrió. No me encontró razón en absoluto y yo preferí callarme. Se fue tan al chancho que me hizo leer un artículo que salía en la Revista Glamorama acerca de la relación de dos "famosos".
En realidad, yo no le hice mucho caso. Creo factible que ella hable de des-amor, ya que ha tenido malas experiencias y porque hay casi 70 años de diferencia. De todos modos, yo amo el amor y estoy feliz, porque me sonríe.
Luego, me vine a mi pieza y prendí unas velas y el incienso. Mi tía, la hermana de mi abuela y la que me sonreía en la meza, me dice: Chao monita, te digo una cosa ? Yo te encuentro toda la razón a ti y el amor si existe, siempre y cuando tú lo sepas encontrar.
Yo no pude creer que me dijiera eso después de cuanta locura suelta anda diciendo. Como, por ejemplo, cuando salió a buscar el diario y vio todo con nubosidad y dijo: "oHHH qué hay neblina. No importa, debo tener los lentes empañados". Suena normal, sólo que lo que me dio risa fue que mi tía nunca usó lentes.
1 comentario:
no dejes de creer nunca
porque yo te amo y para siem-pre
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