extraña es la lectura oculta
en silencio, me sumerjo en líneas rojas
y, a veces, mi corazón se estremece
pero no sé por qué
al leer palabras de posesión,
el cuerpo se queda tieso
y, nuevamente, no entiende nada
nunca ha entendido
y menos comprendido
sólo ha escuchado
sentido
y qué fea es la lectura oculta
qué lástima
qué maldita lástima
a veces, el corazón se lamenta
y quisiera volver a saber
qué era lo que fue
pero ya no lo es
y no lo volverá a ser
nunca más
y el corazón continúa lamentándose
porque, quizás, le hubiera gustado ser lo que fue
aunque la cabeza pide permiso
y hace que el corazón se dé cuenta
de que las palabras fueron en vano
que la flor de cristal se rompió
se cayó al suelo
y jamás se volvieron a unir sus
cristales
se rompieron
para no volver a unirse
nunca más
y estúpidas las manos
vuelven a fomar palabras
y frases de aliento
y des-aliento.
duele comprender
que otros labios
y otros cuerpos
se unen en silenciosas noches
en la duda
del amor pasajero.
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