LA AVENTURA COMIENZA
CUANDO
POR AMOR
TENEMOS EL VALOR DE ENFRENTAR LA VIDA


todos podemos tener un momento de duda

16 julio, 2006

CADA LOCO CON SU TEMA




Vivimos en un mundo donde se armó una industria que acostumbra a la gente a consumir temas que no son importantes pero sí entretienen y distraen. Qué mejor que utilizar la farándula para explicar esto ¿Por qué está tan presente en la vida de los chilenos, si no tiene suficiente importancia? La respuesta es fácil. Quizás sea porque democratiza. Entretiene a personas de todo tipo de clases sociales, de todas edades, mujeres y hombres. Todos, de cierto modo, se sienten parte de la farándula, se identifican al ver que no son sólo ellos los que tienen problemas y que los estereotipos no viven en un mundo sin ataduras.

Quizás sea sólo morbo. La copucha y el cahuín pueden más. La exhibición de los problemas de los famosos logra que la gente se vuelva cada vez más voyeurista. No sólo se conforman con sus vidas y con andar indagando en los problemas de sus compañeros de oficina, de la familia o de lo que pasa en la universidad. Ser parte de la vida íntima de un famoso va más allá de lo normal. La envidia acá está presente. La farándula es pan de cada día. Para algunos porque se identifican con el jetset criollo que hay en chile y otros solamente por el hecho de ver que el otro sufre y qué mejor que sea un famoso el que pasa por esto. Ahora no importa tanto su calidad de profesional sino que la vida personal es fundamental.

Hoy en día, a los chilenos, la farándula se nos escapó de las manos y a pesar de ser bastante criticada por el que se cree culto o intelectual esta “rama” del periodismo ha llegado muy lejos. Ha alcanzado portadas de diarios y los programas que tratan de ella como SQP y Primer Plano figuran dentro de los con más rating de la televisión chilena.

Y si queremos comparar, claramente la farándula y la política son la misma cosa, la única diferencia es que la primera es más entretenida que la segunda. Los asuntos de la Kenita Larraín, acusada de colgarse de famosos deportistas, son capaces de llenar páginas de las últimas noticias, hazaña imposible para Soledad Alvear o Michelle Bachelet y otras tantas mujeres políticas; sin embargo, las ganas de salir de la rutina con algo más ameno y fácil se llevan a cabo con la farándula y es que la gente de Chile no se complica en pensar si es o no periodismo. Sólo les basta con estar informados y con seguir la teleserie de la vida del jetset criollo de nuestro país que de jetset no tiene mucho pero debemos conformarnos con lo que tenemos.

En este mundo hay de todo y no falta el típico intelectual que critica el periodismo farandulero. Hacen hincapié en que la televisión es un medio por el que se debe educar y sólo hay programas que muestran la vida íntima de los famosos y dejan de lado la ilustración que se le puede dar al telespectador. Pero lamentablemente la sociedad es así. El chisme está intensificado y es la farándula la que se ha hecho cargo de esto. Aunque llenaran la televisión de programas de cultura o política nadie los vería. No entretienen y la gente no disfruta de ellos. Los programas bajarían su rating y los diarios quizás serían menos vendidos.

Las últimas noticias es el medio que más ventas tiene en el país y éste es netamente de farándula. Alude a los sentimientos de la gente y es por eso que la ésta es parte de la vida de los chilenos. Es tema en el metro, en la once, en el almuerzo. La gente sabe de farándula y sigue la teleserie real que les muestran los programas. Los famosos son parte del diario vivir de las personas y mientras más problemática sea la historia, mejor. Más copuchas. Los chilenos están sedientos de chismes. La farándula se fue por el mejor camino que pudo encontrar. Cuando no pueda seguir saciando la sed de los chilenos entrará en problemas.


Pero no importa qué pueda pasar en el futuro con ella. La farándula es. Está sometida a la sociedad. Es periodismo. En los programas se investiga, se reportea, se averigua más de una fuente, no se publican chismes en los diarios. Estos son parte de una cultura copuchenta pero son analizados e investigados. No se informan chismes, sino que la gente les da el enfoque.

La gente hace que el periodismo de farándula se mantenga flotando. No se puede ir en contra de la corriente. Desde que La Titi Aubert se mechoneó con Daniella Campos por Iván Zamorano que los chilenos nos interesamos por saber qué pasaba con los famosos. Claramente importó porque Zamorano es conocido en nuestro país. Todos se sintieron cercanos a lo que estaba estaban enfrentando personas famosas de nuestro país. Nadie sabe bien cómo continúo naciendo el jetset en nuestro país pero programas como SQP de Chilevisión llevan más de 5 años en pantalla y será muy difícil que salgan de la noche a la mañana. Sólo esto tendría efecto remodelando totalmente la cultura de los chilenos. Gente que no quiere política, economía. Gente que quiere entretención y aproximación y esto lo consiguen con la sección de espectáculos de los diarios, comprando las últimas noticias o viendo los miles de programas que han plagado la televisión nacional. Bienvenidos entonces a la realidad farandulera de nuestro país.

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SUEÑO

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