la típica pregunta

¿qué me queda por hacer?

Nosé. Ser más cuato o cauta, en este caso.
Tomar las cosas con más calma
y no ser tan pesimista.

Muchas veces-en el colegio- me dijieron que era una mujer demasiado pesimista y yo lo negaba a muerte.
Ahora, creo que no lo niego tanto.
En realidad, soy una pesimista.
Puede ser porque no creo en la perfección y porque he tenido muchas des-ilusiones en mi vida, las que, claramente me han hecho tener miedo y vivir con el pena reprimida, el alma ensangrentada, la garganta apretada.

La vida nunca para de cambiar y yo quiero ser feliz
quiero hacer feliz y que me hagan feliz a mí
quiero vivir la vida (que es una sola)

no quiero ser una marioneta. Quiero ir en contra de ellas de la mano de un soñador que disfrute de detalles como yo. Contarle mis detalles y ser en él, tanto como él en mí.

Quiero aprender a creer. Quiero seguir sintiendo como hasta ahora.
Me gusta ser yo por lo tanto, quiero seguir siendo yo.

Malditas causas y efectos.


Pena maldita déjame en paz. Alegría maldita levántate
y esta mujer llena es de tristeza y sola es en lo solitario
soñando con un soñador oculto, ambiguo, ¿real ?