LA AVENTURA COMIENZA
CUANDO
POR AMOR
TENEMOS EL VALOR DE ENFRENTAR LA VIDA


todos podemos tener un momento de duda

23 marzo, 2008

Qué maldita desgracia, se escucha.
Sus ojos cansados gritan desesperación.
Los demás piensan que tienen el cielo comprado con una mísera llamada telefónica.
No existen.
No conocen.
Ni se imaginan lo que se siente.
Esperando la muerte.
Repentina.
¿Cuándo?
Otros, dicen que son señales.
Malditas señales, yo no las quiero.
Váyanse. Aléjense. No me sirve este tipo de mensajes.
Quizás no los entiendo.
Por qué hay que pasar por esto mientras el resto ríe y disfruta a sus anchas
Y ese resto no son todos ustedes, son ellos, de la misma sangre, de la misma línea, con el mismo apellido.
Dónde están.
Ya quiero ver sus caras manchadas de lágrimas siniestras el día de la muerte.
Me voy a burlar de toda su maldita mentira.
No les creo.
No saben lo que es esto.
Piensan que lo arreglan con una visita al mes y con una llamada falsa.
El teléfono no suena.
Y es tu madre.
Y es tu tía.
Y es tu hermana.
Y es tu sobrina.
Malditos.
Refúgiense en su vida de cartón, de grandes casas acomodadas.
Solos.
Tristes.
Arrepentimiento.
Cuando realmente no lo tengan, se van a dar cuenta.
Va a ser distinto.
Mientas unos esperan la muerte, otros no saben que pronto puede llegar.
Y ahí se van a dar cuenta.
O quizás no.
Qué importa.
No conocen realmente lo que se siente.
Sigan viviendo en su decorado artificial.
Báñense de mentiras.
Aléjense.
Destruyamos lo que alguna vez fue.
Atrás quedaron esos domingos.
Se esfumaron aquellos encuentros donde las risas parecían de verdad.
Parece que la individualidad triunfó.
No llores.
No sufras.
Eres hermosa.
Ellos no lo saben.
Yo te pido perdón.
Yo te quiero.
Nosotras siempre estaremos juntas.
Estoicas.
Protegidas por la luna.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El contraste
entre los días falsos santos
y la realidad poco sacra.
Entre el discurso
de quienes llevan tu misma sangre roja y apellido,
quizás se han ido y crees que de ustedes tres se han olvidado.
En viajes de viento errantes felices andarán disfrutando.
No puedes culparlos por no-vivir-tu-vida.
Imposible saber qué pasó,
pero el vahos de tu recuerdo
me trae algo de tu pena en las rudas palabras lanzadas al papel. La impotencia y la pena.
La rabia y la angustia asfixiante.
No dejes de caminar tu paso invisible y casi ignorado por el tiempo. Se cierran puertas, pero se abren ventanas.
Si la muerte se acerca a estos tiempos de locura
déjala entrar y que haga su macabro trabajo.
¡Pero llévate tú los colores! Hermosas mujeres tristes y solas,
naturistas y sabias.
Me gustaría serles útil en algo.
Por sobre todo las respeto y quiero.
Su vida ya no es la mía,
pero el cariño queda.
Desde la cima de esta montaña
me encuentro
vigilando raudo este mundo gris. Aquí estoy anti-plástico,
natural niño riño
contra palabras de cartón.
Mi corazón
revordado de amor te espera para no-amarte.
Cuando venga la necesidad de maldecir o llorar recuerda que sin preguntarte nada en silencio te escucharé.

fuerza! ánimo! la vida continua y es hermosa!

Aristo Risato dijo...

fui yo, espero no ser invasivo en tus espacios.

SUEÑO

EN UN SUEÑO SUMERGIDO