la experiencia

Las situaciones que me acongojan en estos momentos son las experiencias que como decía mi profesor de filosofía, me ayudarán a sobrevivir y a lo que yo le respondía: en el mundo donde tener el autoestima bajo no está permitido. y el asentía.

Claramente me ayudan a sobrevivir. Todo lo que me ha pasado este último tiempo. (Más o menos desde que cumplí los 18) me ha servido para entender muchas cosas que antes no eran tan importantes para mí. Ahora sí lo son y cuando no encuentro una respuesta clara dentro de un universo caótico me desespero, lloro y me escondo.

Hay muchas cosas que no entiendo. Acontecimientos que ocurren que no tienen nada que ver con mi forma. Que abruman mi sentir aunque nadie lo note. Me pongo nerviosa y me muerdo las uñas, no me las como, sólo me las muerdo. Me toco la parte de atrás de mi cabeza y juego con mi pelo, también me arreglo la chasquilla a cada rato.

Claro que todas las experiencias que vivo a medida que me muerdo las uñas y me toco la cabeza me ayudan pero no siempre es tan fácil. He sentido, conocido o presenciado muchas veces, muchas cosas. No por eso soy experta, pero todas estas prácticas me han ayudado a entender cada vez un poco más de qué se trata todo esto. Aunque igual quedan dudas. Pero no me complica porque si no existiesen no serviría de nada intentar ser alguien aquí. Los conocimientos que he adquirido por las circunstancias o situaciones vividas, son los que me hacen sonreír aveces, o los que me dicen que sí he avanzado que no me he estancado. Esto me mantiene de pie.

Uno avece hace cosas porque sí. Cosas sin pensa y cuando nadie es afectado en esa relación no importa. Pero qué pasa cuando uno comienza a sentir ? cuando el dar no es sólo un juego, del cual todos hemos sido partícipes alguna vez. cuando el dar va más allá. Cuando el dar realmente es tu objetivo. La cosa se complica y uno siempre sufre. Sufre y por qué ? porque siempre hay uno que da ilusiones y ahí está el que cree, el que quiere dar. Uno se semi-ilusiona. Se da cuenta y comienza el juego denuevo. Los dos son jugadores. No compiten pero comienzan el coqueteo, la conquista, lo logran. Pero derrepente, aparece la duda. Todo se desmonora. Nada es natural. o quizás lo es pero sólo hay una parte que lo cree. Todo se acaba porque una parte no quiere seguir. No le conviene porque hay un tercero.

el semi-triángulo inexistente y la maldita sensación de ser parte de él.