qué terriblemente absurdo es estar vivo
sin tu latido, amor mío.
Malditas lágrimas que son sólo comprendidas por las tuyas
Maldito querer ser que se precipita ante mí y me deja perpleja, me sorprende
y me atrapa en telas de arañas de cuestionamientos de colores.
¿Qué hacer?
El miedo a sentirme incomprendida eternamente hace estallar a mi corazón
en arrebatos de fuego.
No tengo a nadie.
Por las noches imagino como te desvanecías en mis brazos
cuánto podríamos haber volado.
Juré que no volvía a hablar del tema, pero aquí estoy
con tu recuerdo y mi recuerdo
aún con la felicidad de haberte conocido
y con la tristeza de que hayamos partido
cada uno a lugares distintos
y la ilusión
no se acaba
al menos para mí
estás ahí
estoy ahí
atrapado en mí
atrapada en ti
Cómo cortan tus labios
No vaya a ser que me vuelva viento nocturno
y tu ventana esté abierta
y recorra tu cuerpo
y estremezca tus poros
y seamos carne en silencio
en distancia
para siem-pre, amor mío.
Maldito poeta de sueños rotos
Maldita luz
Maldito soñador
Maldito luchador
Yo sé lo que han cortado tus labios afilados
Te miro de frente
y llorando te digo que no puede ser
que sí puede ser
que queremos ser
en medio de un secreto intenso.
Vuelve a ser misterio, amor mío.
Vuelve a mostarme los colores ocultos del mundo cruel.
todos podemos tener un momento de duda
02 febrero, 2008
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2 comentarios:
cómo mostrarte esos colores?
No me resigno. Quizás sea para mejor, pero cómo puede ser mejor separarnos. Cómo podría ser mejor y teníamos la capacidad de echarnos a volar de este mundo sin temer a las miserias mundanas. Cómo me gustaría que seas mnás fuerte. Cómo me gustaría que fueras más que una flor delicada. Los días nos acercan al precipicio de la distancia eterna y cada momento que pasa sigo sin comprender qué hacer y porqué fue lo que fue. Sé que no fue fácil para ti, pero no es acaso más difícil hacer morir en uno el amor del otro? No es más difícil pasar por el cuchillo nuestra relación, el si tú estás, yo soy, que luchar por ella. Acaso no fue lo suficientemente especial como para des-echarla de la noche a la mañana. Mis errores humanos, demasiado humanos, fueron más fuertes que lo divino de nuestro amor. No son acaso más grandes los dioses que custodiaban nuestro amor? No era acaso más sublime la unión de nuestras dos almas distintas, muy distintas, que cualquier arrebato social. No era perfecta la noche cuando estábamos juntos? No eran perfectos los días de risas y detalles infantiles? Yo habría luchado por ti.
Lo pensé cuando estábamos tirados en la pla ñuñork la otra vez: puede que yo no sea tu hombre-perfecto ni tú mi mujer-perfecta, pero te habría amado igual por siempre y si hubiese sido necesario luchar contra todo el mundo, contra toda la sociedad por tu amor, lo habría hecho. por ti todo, por ti nada, lo recuerdas? halaba en serio.
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