in-evitablemente evitable

La ducha temprano. el café con leche y las tostadas. El maquillaje, ocupar el cepillo chascón de dientes y partir.
-chao mamá
-chao hija, qué te vaya bien !
Las caminatas (con las converse crujiendo) el frío incríble. El metro y la masa Huamana desesperada por sentarse, yo ? leo el diario.
La Universidad y los miles de mundos que he conocido y que no dejaría de conocer, porque son totalmente distintos al mío y además porque me dan risa y que claramente no dejo de analizar, durante todo el día que transcurre tan rápido que no me doi cuenta.
Encuentros extraños con gente distinta, diferente, pero especial. Las clases y las conversaciones, algunas absurdas, otras no.
y siempre mi conciencia me dice que tú estás lejos de acá y que debo seguir como sea.
y yo siento que no puedo y sumergida en la niebla y en el sol extraño de otoño dos miel seis, me pregunto por qué y no dejo de pensar
-cómo te ha ido en la u clau ?
-bien
-cómo estai clau ?
-bien

y en mi mente digo, "al menos eso creo". No puedo hablar con seguridad. Lo único que es seguro es que esto es un des-orden y creo que soy yo la culpable. Yo me distraigo hasta con la hormiga que camina por la ciudad. Y yo digo que no me importa y me hago la loca, pero las lágrimas nocturnas me delatan. Si las parades de mi pieza hablaran, se explicarían muchas cosas.
El metro, tan vacío. Todos corren a él y no por cariño, sino porque les sirvió en algún momento del día. Quizás así, me he sentido en algunas oportunidades de mi vida.